La generación “Matrix” festeja su décimo aniversario
La película de los hermanos Wachowsky ganó cuatro premios Oscar, recaudó 460 millones de dólares y abrió de par en par las puertas al cine del siglo XXI. Un hito de la ciencia ficción.
CONTRA LA MAQUINARIA. Neo, Morpheo y Trinity se convirtieron en los vanagloriados íconos de acción de la última década. ARCHIVO LA GACETA
La sinergia entre el festín audiovisual y la filosofía de “Matrix”, un auténtico clásico del cine de ciencia ficción, cumple hoy diez años de su estreno. Desde la cibernética imagen del comienzo, con letras y números verdes sin orden aparente, surgió un ícono para el entretenimiento ilimitado de jóvenes y adultos. La trama suscitó los vítores de la crítica mundial y en pocas horas pasó a la historia. Neo, interpretado por Keanu Reeves (“Mi mundo privado”) descubre que el mundo en el que vive es una ilusión generada por computadora, puesta ante sus ojos para ocultar la verdad: los seres humanos son esclavos de las máquinas, que se rebelaron en un momento de la historia. A partir de ahí empieza una misión repleta de símbolos cristianos (implícitos en el filme pero evidentes para la audiencia), en la que Neo (anagrama de one, que en inglés significa ‘el elegido’) debe liderar la lucha por la libertad de la humanidad desde la ciudad de Sión, con la ayuda de Trinity (Carrie-Anne Moss) y Morpheo (Laurence Fishburne). Esta actualización futurista del mito de la caverna de Platón se consagró con una legión de seguidores en todo el mundo y se ubicó en el podio del cine de ciencia-ficción, junto a películas como “Star Wars”, “Blade Runner” y “Terminator”. Los efectos especiales En poco tiempo “Matrix” terminó convirtiéndose en toda una franquicia. A la primera entrega le sucedieron Matrix Recargado y Matrix Revoluciones, ambas de 2003. Los hermanos Larry y Andy Wachowski (“Meteoro”) fueron los directores y guionistas que lograron combinar las premisas de la ciencia ficción tradicional con una tecnología en efectos visuales nunca vista hasta entonces que ponía en duda la ley de la gravedad promulgada por Isaac Newton. Con este fenómeno hollywoodense surgió en la jerga de cinéfilos la técnica denominada ‘bullet-time photography’, una ralentización extrema de los movimientos de los actores que registra hasta 12.000 fotogramas por segundo, usada en la popular escena en la que Neo logra esquivar las balas de uno de sus enemigos. Como una simbiosis en la que conviven los relatos futuristas de autores como Philip K. Dick, Ray Bradbury o Brian Aldiss, con el mejor cine oriental de artes marciales, el producto final del ‘proyecto Wachowski’ abrió el debate sobre la convergencia cultural, entendida como una participación mucho más global en sus tendencias y manifestaciones. Alrededor de la franquicia se creó todo un universo basado en cómics, webs, anime y videojuegos, que eran partes ineludibles a la hora de comprender todo el significado de la saga. "¿Crees en el destino?, ¿crees que tienes el control de tu vida?". Estas son algunas de los cuestionamientos que pronuncia Neo, el mesías, antes de emprender vuelo. "Vengo a enseñarles un mundo sin reglas, sin controles, sin fronteras... donde todo es posible. ¿A dónde vamos después? Es una decisión que deben tomar ustedes”, concluye.
LOS ELEGIDOS. Neo y Trinity esquivan la balacera, con una técnica que ralentiza las imágenes.ARCHIVO LA GACETA
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